In English and Spanish:

The Wildlife Conservation Society (WCS) and Yale University have created a plan to preserve one of the last intact forest strongholds for the jaguar and other iconic species in Central America: the Moskitia Forest Corridor.

Released today, the report—titled “Stopping the Tide: A Strategy for Maintaining Forest Connectivity within the Mesoamerican Biological Corridor”—lays out recommendations on how to protect the ecologically vital forest landscape that straddles both Honduras and Nicaragua. One of the primary findings of the report is that conservation efforts should be focused on four “pinch points” where forest connectivity is threatened.

“As one of the largest remaining forest blocks in Central America, this forest corridor is critical to conserve widely ranging species such as jaguars and white-lipped peccaries” said Dr. John Polisar, one of the study’s authors and WCS’s Jaguar Program Coordinator. “These species are found in Nicaragua’s Bosawás Biosphere Reserve, and across river valleys in Honduras such as the recently investigated “Lost City” site in in the Rio Plátano Biosphere Reserve.  Maintaining the pinch points that connect forests and wildlife is a top priority.”

[Read a recently published article on a rapid ecological assessment of the “Lost City” site by conservationists in the Moskitia forest of Honduras here].

The “Stopping the Tide” study found that deforestation in the bi-national Moskitia forest corridor due to unregulated cattle ranching and human settlement has rapidly expanded into protected areas to consume forest habitat, placing the Rio Plátano World Heritage site on UNESCO’s “in danger” list.   The authors noted that low institutional presence has left these protected areas poorly defended against these threats. 

The forests of La Moskitia are home to Mayangna, Miskitu, Tawahka, and Pech indigenous communities who seek to maintain the forest and the ecosystem services it provides.  The report recommends giving continued attention to the property rights of these indigenous groups and providing assistance in their interests to be effective stewards of the forest and wildlife.

The authors prioritize capacity building for local communities and protected area personnel that includes the implementation of SMART (Spatial Monitoring and Reporting Tool) for patrols to monitor the status of remote forests and facilitate enforcement in areas already impacted by harmful activities.

The report also emphasizes the importance of partnerships with local communities to strengthen environmentally sustainable livelihoods such as cacao farming and timber certification programs. In the few zones where raising livestock is legal, the report recommends implementing approaches to reduce deforestation from cattle ranching, improving livestock health and nutrition in space efficient production that decreases the need for deforestation, with producers committing to maintain forest.

In preparing this report WCS worked with Yale’s Environmental Protection Clinic, which pairs graduate students with organizations that address the intersection between law, policy, and environmental threats. “This report highlights the challenges of evaluating gaps and opportunities for conservation in remote areas and is an example of a productive and innovative collaboration between a conservation organization and graduate programs in environmental studies, in particular in identifying priority areas and the actions needed to maintain biodiversity on a large landscape level” said Manus McCaffery, one of the Yale Graduate students who contributed to this report.

“Recent discoveries have highlighted the archaeological and biological importance of the Moskitia forest” said Dr. Jeremy Radachowsky, WCS Director for Mesoamerica and the Caribbean. “However, this exceptional patrimony is in real danger of being degraded and lost within the next few years. Now the urgent challenge is coming together as humanity, joining forces with local communities and Honduran institutions, to ensure that one of Central America’s most intact forests and its cultural heritage lasts forever.”

WCS has long prioritized the protection of intact forest landscapes for their confluence of globally significant values such as conserving biodiversity, mitigating climate change, and sustaining imperiled cultures. A recently published paper in Nature Ecology and Evolution by WCS and other organizations documents how intact forests benefit wildlife and human populations alike, and how their protection should be a key component of national and global environmental efforts.

This preliminary work for the Moskitia Forest Assessment was supported by the Liz Claiborne and Art Ortenberg Foundation and the Darwin Initiative. Conservation International coordinated and supported the biological inventories of the Lost City site in Honduras and a preliminary report is available in HumanNature .

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In Spanish

Un estudio conjunto de WCS y la Universidad de Yale identifica desafíos y oportunidades para proteger uno de los últimos bosques de Mesoamérica


El bosque de la Mosquitia alberga comunidades indígenas, vida silvestre en peligro de extinción y Patrimonio Mundial en peligro, como la “Ciudad Perdida”

La estrategia para salvar el corredor de la Mosquitia se enfoca en la protección de cuatro zonas en los que la ganadería y los asentamientos humanos amenazan con fragmentar el hábitat

Los autores recomiendan formar alianzas con las comunidades locales y capacitarles en el monitoreo y cumplimiento de la ley en áreas protegidas

La Wildlife Conservation Society (WCS) y la Universidad de Yale han diseñado un plan para proteger la integridad del corredor forestal de la Mosquitia, uno de los últimos bosques donde habitan el jaguar y otras especies icónicas de América Central.

El informe “Deteniendo la marea: Una estrategia para la mantención de la conectividad forestal dentro del corredor biológico mesoamericano” publicado hoy contiene una serie de recomendaciones para proteger el bosque que cruza la frontera entre Honduras y Nicaragua y que es de gran importancia ecológica. Una de las conclusiones es que los esfuerzos de conservación deben enfocarse en cuatro zonas específicas donde la conectividad del bosque se ve amenazada.

“Al ser uno de los bosques más grandes de América Central, este corredor forestal es crítico para la conservación de especies de distribución amplia, como el jaguar y los pecaríes de labio blanco”, declaró John Polisar, uno de los autores del estudio y coordinador del Programa de Jaguares para WCS. “Estas especies se encuentran en la Reserva de la Biósfera Bosawás de Nicaragua y en los valles fluviales de Honduras, como ‘Ciudad Perdida’, un sitio investigado recientemente en la Reserva de la Biósfera del Río Plátano. Mantener estos puntos de convergencia que conectan los bosques y a la vida silvestre es de alta prioridad”.

[Haga click aquí para ver el artículo reciente sobre la evaluación ecológica de la “Ciudad Perdida”, llevada a cabo por conservacionistas en el bosque de la Mosquitia en Honduras.]

El informe publicado hoy sobre el corredor de la Mosquitia revela que la deforestación se ha extendido hasta las áreas protegidas, a causa de la expansión desregulada de la ganadería y los asentamientos humanos que están consumiendo el hábitat forestal. Esta situación ha llevado a la UNESCO a incluir el Patrimonio Mundial del Río Plátano en su lista de sitios “en peligro”. Los autores destacaron que la falta de presencia institucional ha dejado a estos sitios en una posición de debilidad frente a estas amenazas.

Los bosques de la Mosquitia albergan a las comunidades indígenas Mayangna, Miskitu, Tawahka y Pech, quienes buscan proteger el bosque y los servicios ecosistémicos que este provee. El informe recomienda proteger los derechos de propiedad de estos grupos indígenas, así como brindarles ayuda en su interés por ser los administradores efectivos del bosque y la vida silvestre.

Los autores del estudio proponen como prioridad la capacitación de las comunidades locales y el personal de áreas protegidas en temas como la implementación de la Herramienta de Monitoreo e Información Espacial (SMART, según sus siglas en inglés), para que las patrullas puedan hacer seguimiento del estado de los bosques más remotos y facilitar el cumplimiento de la ley en las áreas que ya se han visto impactadas por actividades perniciosas.

El informe también enfatiza la importancia de las alianzas con las comunidades locales para fortalecer los medios de subsistencia sostenibles como los programas de certificación para el cultivo de cacao y madera, que ayudan a conservar los bosques y la vida silvestre. En las pocas áreas donde criar ganado es legal, el informe recomienda la implementación de prácticas que reduzcan la deforestación por el impacto de la ganadería, a la vez que mejoren la salud y nutrición del ganado en un espacio eficiente de producción que reduzca la necesidad de deforestar, trabajando con ganaderos comprometidos a proteger el bosque.

Para preparar este informe, WCS trabajó con la Clínica de Protección Ambiental de Yale, que conecta a estudiantes de postgrado con las organizaciones que trabajan combatiendo amenazas legislativas, políticas y ambientales. “Este informe destaca el desafío que presenta evaluar las oportunidades para la conservación en zonas remotas y es un ejemplo de colaboración productiva e innovadora entre una organización de conservación y un programa de postgrado en estudios ambientales, particularmente en la identificación de las regiones y acciones prioritarias para proteger la biodiversidad”, dijo Manus McCaffery, unos de los estudiantes de Yale que contribuyeron a este informe. 

“Los descubrimientos recientes han destacado la importancia arqueológica y biológica del bosque de la Mosquitia”, declaró Jeremy Radachowsky, director del Programa de Mesoamérica y el Caribe Occidental para WCS. “No obstante, este patrimonio excepcional está en peligro de degradarse y perderse completamente en los próximos años. El desafío más urgente es unir fuerzas con las comunidades locales y las instituciones hondureñas para asegurar que uno de los bosques más vírgenes de América Central y su patrimonio cultural perduren para siempre”.

WCS prioriza la protección de paisajes forestales intactos, ya que en ellos confluyen valores de importancia global, como conservar la biodiversidad, mitigar el impacto del cambio climático, y proteger culturas en peligro de extinción. Un artículo escrito por WCS y otras organizaciones asociadas publicado recientemente en la revista científica Nature Ecology and Evolution, demuestra el beneficio que tienen los bosques intactos tanto para la vida silvestre como para las poblaciones humanas, y establece que su protección debería ser un componente clave de los esfuerzos ambientales a nivel nacional y global.  

Este trabajo preliminar para la evaluación del Bosque de la Mosquitia contó con el apoyo de la

Liz Claiborne and Art Ortenberg Foundation y la Iniciativa Darwin. Conservation International coordino y apoyo los inventarios biologicos en el sitio Ciudad Perdida, ubicada en Honduras y hay un informe preliminar disponible en HumanNature .