El informe titulado “La Huella Humana y el Impacto de la Ganadería” señala a la ganadería ilegal como la causante de más del 90 por ciento de la pérdida de bosques en los últimos reductos de la fauna mesoamericana
Tres de los cinco bosques más grandes de Centroamérica se han reducido en tamaño en más de un 23 por ciento
El área de distribución del pecarí de labio blanco, una especie indicadora, se ha reducido en un 87 por ciento
Una declaración firmada por 25 pueblos indígenas, agencias de áreas protegidas, y organizaciones de la sociedad civil expresa su preocupación y compromiso por implementar soluciones prácticas
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NUEVA YORK (Julio de 25, 2017) – Los bosques más grandes de Centroamérica están desapareciendo a una velocidad precipitada debido a la ganadería ilegal, las plantaciones de aceite de palma, y otras actividades humanas, todas los cuales están poniendo a las comunidades locales y las especies de fauna silvestre de la región en alto riesgo.
Un nuevo estudio realizado por Wildlife Conservation Society (WCS), titulado "La Huella Humana y el Impacto de la Ganadería", fue presentado este mes a grupos indígenas, agencias de áreas protegidas y organizaciones de la sociedad civil de nueve países para su validación y evaluación. Esto impulsó el desarrollo de un compromiso conjunto denominado "La Declaración de Petén". Firmada por 25 de las organizaciones participantes, la declaración reconoce las causas de la pérdida de bosques y se compromete a acciones concretas para abordarlas.
Uno de los descubrimientos más alarmantes del estudio es que los tres bloques forestales restantes más grandes de Centroamérica se han visto reducidos en más de un 23 por ciento en los últimos 15 años.
El estudio fue realizado por WCS en asociación con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos con el objetivo de comprender y proteger los grandes bosques restantes en Mesoamérica. Los datos para el análisis fueron recogidos utilizando imágenes de satélite, datos de censos poblacionales y agropecuarios, publicaciones, entrevistas, y por medio de un Gran Vuelo Sobre Centroamérica (“Central American Megaflyover”): un ambicioso estudio hecho en avión a través de los bosques más grandes de la región.
"La desaparición de enormes franjas de bosques en un período de tiempo tan corto tiene graves implicaciones para los pueblos indígenas de la región y los recursos naturales de los que dependen", dijo Víctor Hugo Ramos, Especialista en Monitoreo y Evaluación del programa de Mesoamérica de WCS.
La tasa de deforestación en Centroamérica también amenaza la supervivencia de especies icónicas, incluyendo jaguares, tapires y guacamayas rojas. El pecarí de labios blancos, una especie clave para los bosques de Centroamérica, está tan amenazado que pronto podría extinguirse en la región. Su área de distribución histórica en Mesoamérica se ha reducido en más del 87 por ciento, y ahora sólo se encuentra en algunos de los bosques restantes más grandes de la región.
A través del estudio, se ha determinado que la principal causa de deforestación es la ganadería ilegal de gran escala, la cual se lleva a cabo en su mayoría dentro de áreas protegidas y territorios indígenas. En algunas ocasiones, esta actividad ilegal está vinculada al tráfico de drogas y el lavado de dinero.
"Nosotros, los indígenas, somos los guardianes de las biosferas mesoamericanas; somos quienes las han cuidado y protegido durante miles de años", dijo Taymond Robins de la Nación Mayangna, una nación indígena que maneja un millón de hectáreas en Nicaragua y Honduras. "Continuaremos luchando contra la injusticia de la invasión de tierras y territorios indígenas por colonos, que están diezmando los recursos naturales para la ganadería, la extracción maderera y la exploración y explotación de recursos para empresas y proyectos que afectan en gran medida el ciclo biológico de la biodiversidad de Mesoamérica".
La expansión de las plantaciones de aceite de palma también ha contribuido a la deforestación en la región al desplazar a personas y ganado hacia áreas protegidas. Las áreas más amenazadas incluyen la región de la Moskitia en Honduras y Nicaragua y el paisaje de la Selva Maya en Guatemala, México y Belice.
"Teniendo en cuenta las amenazas que hay en nuestro territorio, nos enfrentamos a grandes retos en cuanto a la gobernanza y protección de los recursos naturales", expresó el Ing. Ángel Matute, Subdirector Ejecutivo del ICF (Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre). "ElICF está comprometido a trabajar en conjunto con los pueblos indígenas, en reconocimiento de sus derechos ancestrales, para el manejo y conservación de la Moskitia hondureña".
La Declaración de Petén incluye el compromiso de impulsar cinco acciones concretas para recuperar los bosques de la región: 1) apoyar a los gobiernos indígenas y organizaciones forestales comunitarias en el fortalecimiento de sus derechos de participación, acceso, y tenencia, así como en el financiamiento y el manejo sostenible de los bosques; 2) fortalecer la conservación de las áreas protegidas; 3) apoyar los procesos de aplicación de la justicia para los delitos ambientales y los delitos en contra de los defensores del ambiente; 4) priorizar acciones para reducir la ganadería ilegal que es el eje y la causa principal de la deforestación, y que en algunos casos se encuentra asociada a estructuras criminales; 5) proteger a todas aquellas personas y líderes defensores del ambiente, incluyendo comunitarios, indígenas, funcionarios del gobierno, miembros de organizaciones de sociedad civil, y de organizaciones internacionales que arriesgan sus vidas para la protección de los bosques y las áreas protegidas de Mesoamérica.
“Los líderes indígenas, los administradores de tierras comunales y los guarda parques arriesgan sus vidas todos los días para proteger los bosques de Mesoamérica y los servicios que estos proporcionan a toda la humanidad", dijo el Dr. Jeremy Radachowsky, Director Regional del programa de Mesoamérica y el Caribe Occidental de WCS. "Esta declaración representa una súplica de ayuda. Tenemos el deber a ellos de tomarnos esta declaración seriamente y buscar el apoyo financiero, político y técnico necesario para implementar estas cinco acciones".
"Aunque los bosques y la vida silvestre de Centroamérica están bajo grave amenaza, tenemos la esperanza de que puedan ser conservados para asegurar la supervivencia de la vida silvestre y proporcionar medios de vida sostenibles para las personas que viven en estas áreas", dijo Ani Cuevas, Oficial para Centroamérica del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. "Es esencial que las medidas de conservación sean escogidas e implementadas por los líderes centroamericanos, y esperamos continuar apoyando estos importantes esfuerzos".
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